Adolescentes secuestradores planeaban cobrar el rescate y quemar a su víctima. Serán consignados

CANCÚN, MX.-Los tres menores de edad, dos de 16 años y uno de 17 años, quienes secuestraron a un menor de 15 años de edad, identificado con la iniciales G.A.H.A tenían planeado cobrar el rescate y quemar a su víctima para borrar las evidencias de su crimen, según se desprende de las investigaciones, informó el procurador del estado, Gaspar Armando García Torres.   

En conferencia de prensa, el funcionario señaló que existen suficientes pruebas para consignar ante un Juzgado para Adolescentes a los menores de apodos “El Puma”, “El Stimpy” y “El Pelón”, quienes podrían alcanzar una pena máxima de 10 años de prisión.

De acuerdo a las indagatorias, y a las declaraciones de los inculpados, la idea de secuestrar a alguna persona, surgió de una conversación telefónica entre dos de los involucrados, quienes empezaron a “jugar” con el asunto, y a “pensar” si conocían a una posible víctima, mencionó García Torres.

Fueron El Stimpy y El Puma quienes empezaron a “fantasear” sobre el tema del secuestro y a decir nombres. El Puma decidió que un ex compañero de la escuela podría ser la víctima ideal: “lo tomaron como vacile, sin embargo, siguieron comentando de que si había entre ellos algún conocido y luego de estar dando nombres, de gente conocida, refiere en este caso El Puma, que había una persona, mencionando al agraviado de iniciales G. A. H. A., a quien conoció seis meses antes en la escuela y que sabía que sus familiares tenían vehículos y por lo tanto pudieran tener dinero”.

Una vez elegida la víctima, “El Puma” contactó al menor de 15 años y lo citó en la Gran Plaza, para comer. Ya allí, mediante engaños lo convenció de acompañarlo a un domicilio, ubicado en la Supermanzana 500, en el Residencial Sol Campestre, casa de la tía del “El Stimpy”, y donde éste y el otro menor, identificado como “El Pelón” se encargaron de someter e inmovilizar a su víctima, para ello amarraron y lo metieron debajo de una cama.

Posteriormente, decidieron llevárselo a otro domicilio, pues “El Stimpy” dijo a sus cómplices que su tía podría darse cuenta del ilícito. Acordaron trasladarlo a una vivienda del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, pero como no tenían vehículo, le pidieron a un amigo de nombre Víctor que los trasladara; éste quien al llegar al lugar se sorprendió por lo que estaban haciendo los adolescentes y no quiso ayudarlos, pero les prestó su auto y no dio parte a las autoridades de lo que sabía.

Los adolescentes contactaron al padre de la víctima, a quien solicitaron inicialmente 800 mil pesos como pago del rescate, posteriormente lo bajaron a la cantidad de 500 mil pesos, y finalmente acordaron 300 mil pesos. El padre del menor secuestrado acordó entregarles una camioneta tipo Tacoma, un televisor de plasma, una computadora portátil  y 18 mil pesos, con la intención de que le devolvieran inmediatamente a su hijo.

“El Puma” y “El Pelón” fueron a recoger la camioneta en la avenida López Portillo, a la altura del Colegio San José, y la noche del martes, cuando circulaban en este vehículo fueron interceptados por agentes judiciales, quienes tras una persecución a balazos lograron detenerlos a la altura de la Región 103.

Monstruos: matarían, despedazarían y quemarían a su víctima

De acuerdo a las propias declaraciones y a las evidencias encontradas en el lugar del delito, los adolescentes no tenían la intención de entregar a su víctima, después de recibir el pago del rescate, sino de matarla y “desaparecerla”, para no dejar evidencias, de modo que empezaron a pensar en qué sería lo mejor, concluyendo que la quemarían.

“Habían planeado ya, y preguntaron qué hacer con el agraviado, en realidad no tenían ni siquiera idea de lo que iban a hacer, sin embargo llegan a la conclusión de deshacerse de él y en eso sí hay coincidencia, querían privarlo de la vida, empiezan a platicar cómo; uno de ellos dice pues vamos a llevarlo en la camioneta, y en la carretera lo tiramos y que sea atropellado por un vehículo; y otro dice que mejor vamos a matarlo, lo cortamos y lo quemamos. De alguna manera esto es lo que ya queda un poquito más en la idea, por lo que todavía sin tener la claridad, se dirigen a comprar la gasolina, compran un bidón, compran 50 pesos de gasolina y la llevan a la casa, compran cubre bocas, guantes de latex en un Aurrera, con lo cual hacen un video; de hecho, en donde para presionar al papá, uno de ellos se cubre con un cubre bocas, se pone una capucha y en el video lo que hace es decirle (al padre de la víctima) que están cumpliendo, su hijo está vivo, pero que si quiere seguir viéndolo así, ya sabe lo que tiene que hacer”.

Ese video que fue grabado con el teléfono celular de uno de los menores, pero ya no les dio tiempo de enviárselo al padre del adolescente.

El Procurador comentó que los tres menores delincuentes provienen de familias desintegradas y uno de ellos, de apodo El Stimpy tiene antecedentes por el delito de robo a casa habitación. (NoticaribeNews)