Joven entró a los 18 años a la cárcel de Playa del Carmen; salió unos años después con VIH y discapacitado

PLAYA DEL CARMEN, MX.-A los 18 años, A.G.C. fue ingresado a la cárcel municipal de Playa del Carmen por participar en un riña, casi tres años después salió con VIH y discapacitado, según denunció la hermana del muchacho, quien se reservó el nombre de ambos, y lo único que pide es que se conozca una historia más del infierno que se vive en las prisiones locales.

La joven narró que su hermano fue remitido junto con otras personas por encontrarse en estado de ebriedad y haber participado en una riña; le fue dictada una sentencia de dos años y siete meses; sin embargo, al poco tiempo de estar recluido empezó a tener problemas de salud, “pidió la atención y no se le dio, se quejaba que le dolía la cabeza y le daba mucha calentura, sentía que se le iba la visibilidad, le dolían los ojos; (el doctor) que llega todo los domingos (le decía) que no era nada;  (al final) un virus le entró y le fue carcomiendo la retina”.

Agregó que cuando su hermano fue recluido, y le practicaron los exámenes médicos, no se reportó que tuviera VIH-SIDA, pero desde hace un año empezó a presentar los síntomas: “de un año para arriba empezó a enfermarse, a presentar los síntomas pero como no se tuvo la atención, avanzó la enfermedad rápido; igual la alimentación ahí no es buena, porque es poco lo que les dan; se sabe que es una cárcel que se le tiene que dar a todos de comer, pero la alimentación no es buena y no es suficiente porque no comen frutas y verduras”.

Desde que el joven ingresó empezó a presentar hematomas, pero nunca quiso denunciar a sus golpeadores: “al entrar estuvo fuerte la situación, estuvo muy mal, tenía golpes, él dice que se caía y le pasaban las cosas, pero hasta ahora no dice que pasó (…). Por la enfermedad, pagamos para que pudiera salir antes de que cumpla la sentencia haciendo un esfuerzo grande de la familia porque no podíamos dejarlo más tiempo en la situación que tenía, ahorita está llevando el control de la enfermedad pero ya no puede trabajar”.

La denunciante comentó que recibió el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos del estado, pero no fue suficiente para evitar las golpizas porque “él no dice lo que pasaba en el interior, incluso la vez que se puso mal dijo que se cayó de la cama de piedra del tercer nivel; estaba todo lastimado de la cara, brazos, le pregunté que le había pasado, y me dijo que se cayó; se quiso levantar y ya no pudo”.

La hermana de A.G.C. quiere que su historia se conozca para que se ponga más atención en las cárceles “hay mucha gente que necesita la atención médica que él no tuvo, siento que todavía se puede hacer algo, (…) que (las autoridades) tomen en cuenta que los que están ahí hicieron cosas malas, sí es cierto, y lo tienen que pagar, pero también son humanos”, reflexionó la joven dolida con el sistema penitenciario de Quintana Roo. (NoticaribeNews)