Monstruos musicales clausuraron el Festival de Jazz de la Riviera Maya

PLAYA DEL CARMEN, MX.- Verdaderas leyendas de la música cerraron el Festival de Jazz de la Riviera Maya, que en su último día congregó a unas 20 mil personas que se dieron cita para bailar con el acordeón de Celso Piña, disfrutar de Matthew Garrison y su majestuoso desempeño en el bajo; y despedir la onceava edición de este encuentro con los monstruos del jazz: Earth Wind & Fire que suman ya 42 años en los escenarios.

No había duda que la noche sería una velada incomparable, a pesar de las intermitentes lluvias que incordiaron más a los técnicos encargados de montar el escenario que al público, que desde temprana hora empezó a llegar para ocupar su localidad en los arenales de una de las playas más bellas del Caribe mexicano.

A las siete de la noche, hora oficial del inicio de los conciertos, miles de personas ya esperaban que Celso Piña y sus hermanos tomaran el escenario y pusieran el ambiente, lo que no tardó en ocurrir.

El regiomontano, creador de una innovadora fusión de ritmos que tienen como base la cumbia y como eje central su acordeón, famoso ya en todo el mundo; no requirió sino de unos cuantos instantes para poner a bailar a los presentes con canciones como “Macondo” y “Cumbia Poder”. El cantante pedía y el público ponía de su parte bailando y coreando canciones como “Aunque no sea conmigo”, y “Los caminos de la vida”.

Celso Piña concluyó su presentación y abrió paso a Matthew Garrison, quien logró con su bajo expresiones tan variadas como una paleta de colores, desde jazz hasta free fusion y sonidos con reminiscencias tribales.      

Garrison, es hijo de Jimmy Garrison, bajista de John Coltrane; y tiene ascendencia mexicana, pues su abuelo materno era de Jalisco, lo que reconoció con orgullo durante la conferencia de prensa ofrecida previa a su presentación, en la que también adelantó que no desestima la posibilidad de abrir un local en la Quinta Avenida donde se pueda disfrutar de sesiones de jazz.

El músico demostró en el escenario sus dotes como uno de los más completos y perfectos bajistas, creador de la técnica de pizzicato a cuatro dedos, y de su sofisticado fraseo post-bebop con el que emitió notas de variaciones fuertes y contundentes.

El momento más esperado de la noche, la presentación de Earth, Wind & Fire, requirió de la paciencia del respetable, luego de que la lluvia dejara un entarimado complicado para los técnicos y debido al basto equipo musical de las leyendas de la fusión de géneros como el jazz, el soul, el funk, el blues y la música disco.

Pero las inclemencias del tiempo y la espera se borraron en un instante y el público estalló en gritos ante las primeras notas del legendario grupo, cuyos integrantes salieron a escena ataviados con atractivos trajes en los que destacaba el color dorado, como una reminiscencia de los atuendos de los años cumbres de la música disco. El grupo interpretó algunas de sus canciones más famosas como “September”, “Fantasy”, “Boogie Wonderland” y “After the love has gone”, que fueron coreadas por miles de voces, que lo que no deseaban era que la noche terminara.

De esta forma, cerró la edición número once del Festival de Jazz de la Riviera Maya, un referente de este género en el mundo, y definido por reunir a diversos artistas de primer nivel portadores de diferentes expresiones e interpretaciones del jazz y otros géneros musicales; que entregan veladas que van del  jazz más puro y técnico hasta adaptaciones novedosas.

El director del Festival de Jazz, Fernando Toussaint; y Darío Flota Ocampo, director del Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya (FPTRM), organismo patrocinador de este evento, prometieron que habrá una edición número doce, la cual se antoja insuperable, y que empieza a prepararse desde el primer mes del año para que en noviembre, la Riviera Maya pueda presumir de un cartel de primer nivel como el ofrecido este fin de semana.

Se calcula que durante los tres días que duró el Festival, del 28 al 30 de noviembre, alrededor de 30 mil personas asistieron a las veladas musicales, que coinciden en fecha con la celebración del “Thanksgiving”, en Estados Unidos, fecha que los vecinos del norte aprovechan para vacacionar, principalmente a destinos cercanos como México, por lo que el Festival de Jazz es un importante incentivo en la intención de viaje de los turistas. 

Se estima que la ocupación turística en la Riviera Maya durante el fin de semana del Festival de Jazz aumenta entre 5 y 8 puntos porcentuales. (NoticaribeNews)