A los Borge, defensores del quintanarroismo, no los conocen ni en su casa

Fabiola Cortés Miranda

Si Mahoma no va a la montaña, ¿la montaña va a Mahoma?. ¿Puede ser?

PLAYA DEL CARMEN, MX.-Dividida entre el trabajo para los clientes, las clases y mis pinitos en el litigio, no es mucho el tiempo que me queda para el arte, o sea, para el periodismo. Aunque como periodista sé, que en la calle siempre está la nota.

El jueves pasado, un día después de que el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, rindiera su cuarto informe de gobierno, y en el que se explayara con su “teoría” chabacana del quintanarroísmo, tuve la oportunidad de corroborar que a los Borge, a los paladines del “origen” y la “identidad” quintanarroense, no los conocen ni en su casa…

Un asunto de un cliente me llevó al Registro Público de la Propiedad, en Playa del Carmen, y al cruzar la puerta de cristal de la oficina, vi a un hombre alto, ya anciano, parado en el mostrador.

Entre los 10 pasos de la puerta de cristal y el mostrador, mi corta memoria fotográfica trató de ponerle nombre al rostro del hombre. Y fue hasta que intenté registrarme en la libreta cuando me di cuenta que la persona en cuestión era el ex gobernador Miguel Borge Martín, el tío de Roberto Borge.

Para mala fortuna de los Borge, y para mi buena suerte, el bolígrafo que estaba en la recepción no tenía tinta, lo que me permitió quedarme un par de minutos allí parada, en lo que buscaba uno.

Con cierta estupefacción, vi cómo el ex Gobernador pretendió entrar a hablar con el titular del Registro Público de la Propiedad, José Asunción, y no lo logró. Dos veces le dijo su nombre y apellidos al joven de la recepción, quien no pasa de los 30 años, y al que le resultó tan indiferente el nombre de Miguel Borge Martín, que ni se inmutó.

El joven, como si se tratara de cualquier persona, le insistió a Miguel Borge cuál era el asunto que quería tratar con el Registrador.

-¿Quién lo busca?, preguntó el muchacho

-Miguel Borge Martín, respondió el ex Gobernador, recalcando cada una de las palabras.

-¿Y cuál es el asunto?, le inquirió el joven

-Ninguno, sólo quiero saludarlo, le contestó Miguel Borge

-Pero ¿para qué asunto?, insistió el empleado del Registro Público

-¿Cómo dijo que se llama?, volvió a preguntar el joven

Miguel Borge Martín, por segunda ocasión, le dijo su nombre completito, que al burócrata le sonó igualito a "Juan Pérez".

El ex Gobernador, se impacientó y abandonó las oficinas, así como entró; sin que ningún burócrata, abogado o ciudadano, lo reconociera; como “un equis”, un desconocido, un hijo de vecino, un cualquiera…

Por cierto, fue él quien me prestó un bolígrafo para anotar mi nombre en la libreta de registro.

¿Por qué nadie reconoció a Miguel Borge Martín?

A Miguel Borge, gobernador de Quintana Roo, de 1987 a 1993, nadie lo reconoció porque en este estado más del 50 por ciento de los que habitamos llegamos de otros lugares, de otros estados o  de otros países.

En el Distrito Federal y en cualquier otra entidad, difícilmente un ex gobernador pasa desapercibido, máxime si continúa interviniendo en la vida pública, como lo hizo recientemente Miguel Borge cuando habló del quintanarroísmo; “speach” que fue reproducido con todo y foto en las planas de los periódicos locales.

Los Borge se engañan y quieren engañar con esa extraña “teoría” del quintanarroismo, sin lógica, hablando en el sentido estricto de esta ciencia.   

Y para continuar con la confusión, tío y sobrino meten en el enjuague a la Constitución del estado, de la que dicen, prácticamente, me la paso por los sobacos, porque coinciden en que “una cosa es lo que dice la Constitución y otra cosa es de plano la identidad quintanarroense”.  

El quintanarroismo de los desconocidos Borge

El 11 de agosto pasado, la Unidad del Vocero emitió un boletín de prensa titulado “Quintanarroísmo es identidad histórica, cultura y lo que nos une como sociedad: Miguel Borge Martín”. En este boletín, se supone, que el súper desconocido ex gobernador Miguel Borge, filosofó sobre el chabacano término quintanarroismo,  

Entre otras cosas, el ex Gobernador expresó lo siguiente: “Lo que a nivel constitucional se llama soberanía, a nivel social es cultura. Tenemos que cuidar esa cultura, cultivarla, acrecentarla, consolidarla permanentemente, porque la cultura es un intangible en varios sentidos, un intangible que nunca deja de cambiar y siempre tiene que estar en evolución.”

“Entonces, una cosa es lo que dice la Constitución y otra cosa es de plano la identidad quintanarroense. Hay que reconocer todos estos movimientos que nos ayudaron a generar esa identidad quintanarroense”, dijo.

“La identidad histórica, cultural del Estado, ya consolidó un perfil muy propio, muy definido, que se sigue construyendo.”

“(…) De eso estamos hechos muchos quintanarroenses, de padres que llegaron buscando mejores oportunidades, “chamba” para mejorar y tener hijos que hoy son quintanarroenses.”

“Miguel Borge señaló que mucha gente viene a integrarse a Quintana Roo y no he conocido a una sola persona llegada de otra parte que no venga con ese ánimo de decir ‘aquí vengo a aplicar mi vida y mis esperanzas, con un respeto grande’”.

Eso es parte de lo que dice el boletín del 11 de agosto.

Prácticamente, con las mismas palabras, lo repitió, en su discurso, con motivo de su cuarto informe, el 9 de septiembre pasado, Roberto Borge Angulo, el “heredero del quintanarroísmo”. (NoticaribeNews)