Amenaza Comisión de Derechos Humanos a madre de niño que se quejó por maltrato en escuela de Cancún

Fabiola Cortés Miranda

CANCÚN, MX.- Desde que su hijo identificado con las iniciales I.C.M.C. fue “suspendido”, el 5 de marzo pasado, del quinto grado de la escuela primaria Diego Rivera en la región 237 de Cancún, Anel Contreras Joachín, ha tenido que enfrentar no sólo acusaciones por parte de la directora del plantel, Juana Lilia Zamora, sino lo que es peor, amenazas veladas por parte de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo (CDHEQRoo), que ha “advertido” a la madre de familia que debe aceptar la propuesta “conciliatoria” que este organismo le hizo, o de lo contrario le desempolvarán una supuesta denuncia por “intento de violación” que existe en contra de otro de sus menores hijos, y de la cual, ni Anel Contreras ni su hijo han sido citados ante el Ministerio Público.

“A finales de mayo (pasado), en (la Comisión de) Derechos Humanos, una mujer que me atendió, que se llama Patricia Puc Laines, me dijo que yo debería aceptar la conciliación que me estaban proponiendo, que recordara que había una denuncia en contra de otro de mis hijos; y que no tenía derecho a exigir más, porque (la Diego Rivera) no era una escuela particular”, comentó Anel Contreras en torno a la velada amenaza por parte de la funcionaria de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo, para persuadir a la madre de familia de que deje de insistir en sus peticiones.

De la supuesta denuncia por intento de abuso sexual en contra de otro de sus hijos nunca ha visto nada, desconoce el número de averiguación previa, tampoco la han citado ni a ella ni a su hijo, y de ésta se enteró por la madre de la presunta víctima. El hecho se habría dado en el ciclo escolar 2012-2013, año en que también interpuso una queja en la Comisión de Derechos Humanos, igualmente por maltrato de su hijo I.C.M.C., cuando éste cursaba el tercer grado. Tanto la directora de la escuela Diego Rivera, Juana Lilia Zamora, como la funcionaria de Derechos Humanos, han utilizado la denuncia ministerial para desprestigiar los reclamos de la madre de familia y para amagarla.   

En Quintana Roo lo mejor es no quejarse. Tras acudir a Derechos Humanos, suspenden al niño de la escuela

En Quintana Roo, pareciera que lo mejor es no quejarse. El menor I.C.M.C. quien presenta Trastorno por Déficit de Atención, dejó de asistir a la escuela Diego Rivera desde el 5 de marzo, cuando lo suspendieron por agredir a un compañero, según le dijeron a Anel Contreras en una junta convocada con los padres de familia; lo que significa que prácticamente ya perdió el curso.

Unas semanas antes de la suspensión de su hijo, Anel Contreras interpuso una queja ante la Comisión estatal de Derechos Humanos, en contra de la escuela Diego Rivera, de su Directora, y de la profesora Gladys Pol, debido a que no estaban proporcionándole a su hijo las clases apegadas al USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular), que están diseñadas específicamente para niños con requerimientos especiales.

Además el menor también empezó a ser objeto de discriminación y presión por parte de su maestra y de sus compañeros al no poder cumplir debidamente con el programa ordinario que se aplica a los niños que no presentan condiciones particulares.

“La queja la interpuse el 18 de febrero pasado. Una semana después, el 26 de febrero, convocan a una junta de padres de familia donde la mamá de un niño, únicamente ella, se queja de agresiones de parte de mi hijo hacia el suyo. Allí también se habla de que mi hijo agredió a la maestra. Eso sucedió unos días después de que yo fui a la Comisión de Derechos Humanos a quejarme”, comenta Contreras Joachín.

La mujer asegura que antes de esa junta, las autoridades del plantel educativo y la profesora de su hijo, no le reportaron ninguna agresión de parte de éste, ni le hicieron llegar algún citatorio para que le dieran a conocer su comportamiento, ni siquiera le enviaron un recado en el cuaderno. “Al contrario, de acuerdo al programa USAER el maestro me debe enviar regularmente un reporte de cómo va mi hijo, tanto si es bueno como si es malo, se necesita darle seguimiento a este tipo de niños; pero nunca lo hicieron, ni me han enviado ningún reporte”, afirma la madre afectada.

Anel Contreras empezó a preocuparse por la situación de I.C.M.C. cuando éste se negaba a ir a la escuela: “simplemente no quería ir; entonces fue que él me dijo que algunos compañeros se burlaban de él porque no seguía el mismo ritmo de trabajo que ellos; y también la maestra lo presionaba. Por órdenes de la Directora de la escuela decidieron adaptar el USAER, para que la maestra Gladys Pol pudiera darlo bien, o sea, se lo acomodaron, pero ni así pudo darlo bien, entonces mi hijo realmente no estaba recibiendo la educación adecuada", esgrime la madre de tres hijos, otro de los cuales también está diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención, y quien cursa el primer año, también en la primaria Diego Rivera.

La madre de familia defiende que su hijo ha demostrado que puede responder correctamente a la USAER cuando el maestro lo aplica correctamente: “en cuarto grado mi hijo estuvo bien, tuvo una maestra sensible, Alicia Mis, ella era ordenada y él niño cumplía, llevaba las clases conforme al horario; pero con la maestra Gladys Pol el niño se descontroló porque la profesora no daba el horario de clases como es debido, de modo que empezó a retrasarse y a negarse a ir a la escuela por la presión que sentía”, explicó.

Inaceptables las medidas propuestas por la Comisión de Derechos Humanos  

Anel Contreras no acepta la “solución” que la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo pretende darle al problema, ya que primero determinó cambiar de escuela al niño, es decir, alejarlo de la escuela a la que acudido desde siempre y a la que asiste su hermanito menor; lo que fue rechazado por Contreras Joachín.

Tras insistir ante la Comisión de Derechos Humanos, finalmente lo regresaron a la escuela Diego Rivera, pero al grupo del maestro Jarver Poot, contra quien en el ciclo escolar 2012-2013, interpuso otra queja ante la misma Comisión por maltratar y discriminar al niño: “el maestro excluía a mi hijo de las actividades, porque decía que yo lo llevaba a terapias alternas, entonces que atendería a niños que necesitaran más el USAER. Pero las clases alternas no dependen de la escuela, son aparte, y no tienen nada que ver con las clases que les dan en la USAER, sin embargo, excluían a mi hijo. El maestro castigaba al niño por no terminar los ejercicios al mismo ritmo que los otros niños, a sabiendas de su situación; a veces lo castigaba sin recreo, lo dejaba sin almorzar y en ocasiones tampoco le permitía participar en la clase de educación física, con el argumento de que era muy pesado, muy tosco. Por todo eso acudí a Derechos Humanos a poner una queja; y ahora, quieren regresar al niño otra vez con ese maestro”, menciona la mujer.

La madre de familia comentó que acudió este lunes a hablar con el subsecretario de Educación de la zona norte, Arturo Castro, pero no le resolvió nada, le dijo que sería hasta el próximo viernes cuando podría darle una respuesta...

En una nota anterior cuestionamos de la falta de capacidad del ombudsman de Quintana Roo, Harley Sosa Guillén, quien es más bien un empleado del gobierno de Roberto Borge, y cuyo único interés es aparentar que en el estado las quejas por violación a los derechos humanos han disminuido considerablemente. También tiene la encomienda de no emitir recomendaciones y de aplicar procesos "conciliatorios", como sea, incluso, como lo denuncia la madre de familia, con amenazas veladas. (NoticaribeNews)