Villa Castillo, los “tropiezos” de un General. Aquí los motivos de la renuncia del Secretario de Seguridad

CANCÚN, MX.- Después de tantos errores, incidentes y graves omisiones solapadas, de múltiples rumores de cese esquivados, ya nadie esperaba que el general retirado, Carlos Bibiano Villa Castillo dejara el mando de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo.

Villa Castillo fue el primer nombramiento oficial que hizo el gobernador Roberto Borge Angulo cuando asumió el poder, en abril de 2011, y durante los tres años y dos meses que estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, la polémica no abandonó a un personaje que parecía más bien sacado de una película de humor negro.


Un General en el paraíso

Originario de Francisco I Madero, Durango, luego de 43 años al servicio del Ejército, se retiró de esta institución, y comenzó su paso por las oficinas de Seguridad Pública, primero, en el norte del país, y de último, en Quintana Roo, donde se sentía en el “paraíso”, según lo expresó en múltiples ocasiones cuando “comparaba” la tranquilidad del Caribe mexicano con el clima de violencia que se vivía en Coahuila.

El 31 de enero del 2012, entrevistado en Playa del Carmen, al ser cuestionado sobre los principales problemas en el municipio Solidaridad, Villa Castillo respondió que “un poco el narcotráfico”, y aunque “a mí nunca me ha gustado hacer comparaciones (…) los estados del norte, (…) son unos infiernos. Yo de donde vengo, vengo de Torreón, y ahí sí es un infierno, ahí son nueve, diez muertos diarios y aquí póngale uno cada tercer día, entonces estamos en la gloria”.
  
De incontenible lengua, órgano sin sentido que siempre iba un paso adelante que su razonamiento o su prudencia, Villa Castillo se fue creando fama de policía parlanchín, muy lejos de la característica frialdad de los militares.

En otra entrevista, el 1 de marzo del 2012, se le cuestionó: “en diciembre se rumoraba que podía salir de la corporación”, a lo que Villa contestó: “recuerden que desde que llegue aquí, que fue el 23 de marzo, y el 24 de marzo me pusieron un muertito, y que el siguiente era yo, yo simplemente les diría con palabras textuales que chingue a su madre la delincuencia y punto; ¿sale?. Y el día que le quieran salir que le salgan”.

Pero más allá de sus declaraciones, Villa Castillo debió renunciar desde hace tiempo por sus acciones y las de sus subalternos. La más grave, el homicidio del policía estatal Jorge Amir Flota Matos, quien murió víctima de una balacera dirigida por escoltas del Secretario de Seguridad Pública, hecho por el cual están siendo procesados Ulises Martínez Jiménez y Eduardo Sánchez Hernández.

Fue el 30 de mayo de 2011, cuando se suscitaron los hechos; y en un intento por proteger a sus escoltas, Villa Castillo aseguró que la muerte del policía estatal se había producido cuando su personal de ayudantía respondió a una agresión de un conocido traficante de la zona libre de Belice, apodado “El Español”. Villa Castillo incluso mostró las supuestas balas que habían causado la muerte de Flota Matos, para descartar que éstas pertenecían a las armas de sus hombres; pero ante lo que amenazaba convertirse en una rebelión de la Policía Estatal, el secretario de Gobierno, Luis González Flores, reconoció que los presuntos culpables del homicidio, eran los escoltas de Villa Castillo.

El asesinato del policía estatal cimbró al General Villa, quien debió haber presentado su renuncia en ese momento, no sólo por la actuación de sus escoltas, sino por la pérdida de credibilidad, ante sus mentiras para proteger el crimen de sus policías. Pero el 15 junio, fue el propio Secretario de Gobierno, quien, en conferencia de prensa, apalancó al funcionario de Seguridad Pública, aseverando, que éste tenía el respaldo del gobernador Roberto Borge, para continuar en su encargo.

Unos meses después,  el 6 de octubre de 2011, nuevamente los escoltas de Villa Castillo
fueron el blanco de señalamientos, pues, de acuerdo a versiones de testigos, un grupo de sujetos, pertenecientes al personal de ayudantía del Secretario de Seguridad Pública del estado, terminaron su carrera sobre el camellón central de la avenida Revolución con Othón P. Blanco, en Chetumal, donde derribaron un poste, propiedad del ayuntamiento capitalino.

Los escoltas del general Bibiano Villa, viajaban a exceso de velocidad y en estado alcohólico, cuando el conductor del automóvil Chrysler, modelo Cirrus, color rojo, sin placas de circulación, perdió el control del volante al llegar al cruzamiento con la avenida Othón P. Blanco, y la unidad se montó sobre el camellón central, derribando un poste de alumbrado público, según refirieron, ese día, vecinos que presenciaron el incidente.

De lo cómico a lo trágico

Dicen que lo que mal empieza mal acaba, y en el caso del General Carlos Bibiano Villa Castillo, los asuntos de Seguridad Pública no empezaron muy bien. El 30 demarzo de 2011, cuando aún no tomaba posesión como Secretario de Seguridad Pública, un elemento del cuerpo de escoltas de Villa Castillo, quien iba acompañado por otros guaruras, acudió a la tienda Coppel ubicada en la avenida Tulum de Cancún, para adquirir algunas prendas de vestir, pero, el escolta, dejó constancia del hecho, pues abandonó su arma de cargo en uno de los vestidores, lo que causó momentos de tensión; fue hasta que arribaron elementos de la Policía municipal de Cancún, que corroboraron que el arma olvidada pertenecía a Galindo García Maldonado, quien se identificó como elemento de la Policía Estatal y miembro del grupo de escoltas del General Villa.

Un mes después, el propio Carlos Bibiano Villa Castillo, fue protagonista de un hecho bochornoso, que aunque grave, nuevamente se quedó en lo anecdótico. Ocurrió el 2 de mayo de 2011, cuando a un escolta del Secretario de Seguridad Pública del estado, se le escapó una bala, minutos antes de que Villa Castillo y su cuerpo de seguridad cruzaran hacia Cozumel.

El incidente tuvo lugar en el muelle fiscal de Playa del Carmen, donde se cayó un andamio, lo que produjo un estruendo similar al de la activación de un arma de fuego, por lo que los escoltas del general Carlos Bibiano Villa, adoptaron posición de defensa y ataque, y ordenaron a las personas, entre turistas y empleados que allí se encontraban, tirarse al suelo; pero, la falta de pericia de uno de los policías, generó que se le escapara un tiro; de lo cual quedó registro en el lugar, donde el suelo fue perforado. Ese día, el General Villa, quien se caracteriza por una desaforada verborrea, curiosamente se negó a ser entrevistado.

Graves violaciones a Derechos Humanos

A todos estos hechos, se suman múltiples actos de violaciones a los derechos humanos como cuando “por error”, los escoltas de Villa catearon, sin orden judicial, la vivienda de Rosa Clara Dzul Dzul, madre soltera, en Kantunilkin, ciudad maya del municipio Lázaro Cárdenas, y en la que supuestamente se vendían drogas; pero el fallido operativo no rindió frutos, sólo dejó una casa en desorden y una familia vejada.

Otro cateo sin orden judicial, también en busca de drogas, ocurrió en Bacalar, y concluyó con un saldo negativo, pero sobre todo, lamentable, cuando elementos del grupo ‘Zorros’, irrumpieron en la humilde vivienda de Manuel Jesús Tox Sosa, de 70 años, quien recibió una herida de bala en el brazo; mientras que una de sus nietas fue despojada de 7 mil 500 pesos que acababa de retirar del banco. Por estos hechos, una hija y una nieta de Manuel Jesús Tox Sosa interpusieron la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público, y ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

No dio el ancho en la certificación de policías

Otra falla grave del General Villa fue la certificación de policías, misión que no pudo cumplir, en septiembre de 2012, luego de que el portal animalpolitico.com publicara que de no cumplir con la certificación de sus policías, en enero de 2013, Quintana Roo y sus 10 municipios tendrían que separar de sus cargos al 98 por ciento de los policías; el general Carlos Bibiano Villa Castillo, secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo aseguró que “eso es mentira”.

“Les digo con mucha franqueza, eso es mentira; Quintana Roo no se puede quedar sin polecias (sic) les voy a decir por qué; si sale uno, ya estoy metiendo otro; si sale uno que reprueba un examen de confianza ya estoy metiendo otro; cuando saco un expediente, estoy metiendo otro por acá. Nunca nos vamos a quedar sin policías”, aseveró en entrevista con medios locales de Playa del Carmen.

La publicación refirió que de enero de 2010 al 31 de julio de 2012, las autoridades estatales y municipales de Quintana Roo han evaluado al 10.13 por ciento de sus mandos, y al 2.76 por ciento de los policías operativos, con lo que Quintana Roo se ubica en el último lugar nacional en materia de certificación policiaca.

Villa Castillo señaló que de 170 policías evaluados, 16 habían reprobado los exámenes: “las personas que salen es porque reprueban exámenes y cuando entran nuevos es porque ya pasaron esos exámenes, hasta ahorita han reprobado 16 de 170 (…); son cinco exámenes y con que reprueben uno van pa’ fuera”; mencionó.

NoticaribeNews requirió en múltiples ocasiones información sobre la certificación de policías, las cuales fueron contestadas con evasivas y sin datos concretos.

Tragos más amargos

Uno de los momentos más incómodos para el Secretario de Seguridad Pública, fue el “distanciamiento” de su (ex) amiga Isabel Arvide, periodista con funciones de “asesora de Seguridad Pública”, quien el 17 de abril del año pasado, acusó, vía twitter, a Villa Castillo de corrupto y asesino, y presentó su renuncia como asesora del gobierno de Quintana Roo; aunque el asunto fue más como un pleito entre comadres.

Pero sin duda, el desalojo de maestros y pobladores el 13 de octubre de 2013, a la altura del poblado de Nicolás Bravo, en el sur del estado, fue uno de los tragos más amargos por los que tuvo que pasar Bibiano Villa, pues detonó un movimiento magisterial más envilecido, que devino en el cierre de la carretera Cancún-Chetumal, a la altura de Felipe Carrillo Puerto, y que duró más de una semana.   

El anecdotario es vasto, por su falta de tacto, de coherencia y hasta por las conductas histéricas de sus subalternos, como la del que fuera su Subsecretario estatal de Seguridad Pública de la zona norte, el teniente coronel, Manuel Jesús Cicero Salazar, quien la noche del 19 de diciembre del 2011, casi desata un enfrentamiento entre sus escoltas y policías municipales de Cancún, cuando viajaba en estado de ebriedad y acompañado de una bailarina en su camioneta, y sus guaruras se detuvieron y golpearon a un chofer de un autobús de transporte de personal.  

Parecen inagotables las “historias” del General Villa, que de militar retirado, debería pasar a policía jubilado, pues poco hizo por la Seguridad Pública en Quintana Roo.

La gota que derramó el vaso

Como casi siempre ocurre, hay una gota que termina por derramar el vaso, y en el caso de Carlos Bibiano Villa, probablemente fue el exceso de fuerza utilizada en Holbox, para evitar que ejidatarios echaran por la borda una asamblea en la que la isla quedó repartida en cuatro ejidos, y que mantiene a los pobladores divididos.

Este fue el último operativo que dirigió Villa Castillo en Quintana Roo, y el saldo fue: ejidatarios enfurecidos que tomaron la alcaldía de Holbox y desconocieron a las autoridades locales, y el atropellamiento de un anciano cuando trató de impedir la loca huida de la camioneta del General y sus escoltas, el domingo pasado.  

Ahora, el paquete que Villa deja al nuevo secretario de Seguridad Pública, Juan Pedro Mercader Rodríguez, no es menor: enfrentamientos de grupos delictivos por el control de la codiciada plaza caribeña, y las cárceles, sobre todo la de Cancún y Chetumal, convertidas en verdaderas tierras de nadie; además de un notorio el aumento de robos con violencia. (NoticaribeNews)  
Villa Castillo, los “tropiezos” de un General. Aquí los motivos de la renuncia del Secretario de Seguridad Villa Castillo, los “tropiezos” de un General. Aquí los motivos de la renuncia del Secretario de Seguridad Reviewed by NoticaribeNews on miércoles, junio 04, 2014 Rating: 5

No hay comentarios