Pide Senadora del PRD a la Semarnat informe sobre el proyecto “La Ensenada”, en Holbox

CIUDAD DE MÉXICO.- La Senadora del PRD, Luz María Beristaín, presentó un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión  para exhortar   a la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),  que informe sobre la manifestación de impacto ambiental del proyecto denominado “La Ensenada”, que pretende  desarrollarse en la Isla de Holbox  en el municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo.

La legisladora quintanarroense explicó que la Isla de Holbox se encuentra dentro de la reserva de la de la biosfera Yum Balam y por lo tanto, está protegida por leyes ambientales muy estrictas ya que posee varias categorías de protección como: área natural protegida  y  humedales de importancia internacional.

De igual forma, añadió,  está considerada como región marina prioritaria, región terrestre prioritaria, sitio de manglar con prioridad biológica y área de importancia para la conservación de las aves.

La Senadora perredista dijo que todas estas consideraciones impiden que se desarrolle el proyecto inmobiliario denominado “La Ensenada”  ya que se debe cumplir con lo estipulado en el plan de manejo propuesto para el área de protección de flora y fauna Yum Balam, creada por decreto Federal en 1994 y a la que pertenece la Isla de Holbox.

Ante la gran polémica que ha desatado la controversia de los ejidatarios,  Beristaín  señaló que debido a las modificaciones que permiten la libre venta de tierras ejidales, Holbox tiene la posibilidad de desarrollar proyectos turísticos, siempre y cuando se cumpla estrictamente la normatividad establecida en las leyes mexicanas.

“En mi carácter de secretaria de la Comisión de Cambio Climático del Senado de la República pondré todas las cartas sobre el asunto para que se respeten de manera irrestricta todas las consideraciones de impacto ambiental”, subrayó. 

Fuertes ambiciones amenazan Holbox

Luego de que Holbox quedara dividido en cuatro ejidos: Ejido Holbox, Ejido Punta Holbox, ejido Península Holbox y ejido Isla Holbox, se eliminaron los candados que impedían al desarrollo hotelero inmobiliario “La Ensenada”, asentarse en esta isla casi virgen, y el cual sin duda impactará de manera irreversible el hábitat de múltiples especies, algunas protegidas.

La asamblea efectuada el domingo pasado en Kantunilkín, a más de 50 kilómetros de Holbox, y la cual sólo fue posible por la intervención de centenares de policías antimotines, estuvo presidida por el delegado de la Procuraduría Agraria (PA), Jorge López Negrete y del delegado del Registro Agrario Nacional (RAN), Rodolfo Vallín Lugo; además asistió también la senador panista, Alicia Ricalde Magaña, ex delegada del RAN y quien desde esta posición apoyó a los empresarios yucatecos, neo ejidatarios, para despojar con engaños, a los originarios de Holbox de sus paradisiacas tierras.

La Procuraduría Agraria encabezada por Jorge López Negrete y la Notario Público Enna Rosa Valencia Rosado, dieron fe pública, que asistió el 64 por ciento del padrón total de 117 ejidatarios, lo cual fue suficiente para declarar que hubo quórum legal y declararse válida la asamblea en la que se subdividió Holbox en cuatro ejidos.

“Encapsulados” por policías, ejidatarios y pobladores decidieron tomar la alcaldía de Holbox, y desconocer a las autoridades locales, como medida de protesta, pero la toma sólo duró poco más de 24 horas.

Luego de que se aprobara la división de la isla de Holbox, en grave riesgo se encuentra el habitad natural del manatí, tortugas y del avistamiento del tiburón ballena, así como diversas especies de aves que anidan en la zona donde se realizaría el proyecto residencial-hotelero La Ensenada que contempla la empresa Península Maya Developments.

Paraíso en peligro

Holbox es una isla de 42 kilómetros de largo y dos de ancho, con 36 kilómetros de playas vírgenes, rodeada de manglares y lagunas, y se ubica dentro del área natural protegida de Yum-Balam; a Holbox, cada año llega el tiburón ballena, especie que puede ser vista desde mayo hasta noviembre.

La importancia de Yum-Balam, de la que Holbox es parte, radica en que es hábitat de especies en peligro de extinción como el mono araña, el jaguar, el puma, el ocelote, el manatí, las tortugas caguama, carey, blanca, y laúd; así como los cocodrilos de ría y de pantano; y la cigüeña jabirú; entre otros.

Es un área importante para más de 30 especies de aves terrestres que migran por la ruta transgolfo, cruzando el océano desde Louisiana y el oeste de Florida, hasta el norte de la península de Yucatán (Rappole, 1983). Es el primer sitio de descanso en tierra firme al que llegan estas aves del neártico, y es crítico para estas especies el disponer de hábitat para reabastecerse y así continuar su viaje hacia América del Sur o bien permanecer en la península durante el invierno. Igualmente es hábitat de aves únicas que sólo viven en esta zona y en Cozumel.

La fragilidad de este ecosistema, ahora se ve amenazado por las ambiciones de la empresa Península Maya Developments S.A. de C.V., cuyo socio mayoritario es Fernando Ponce García, propietario de Bepensa, embotelladora de Coca-Cola y dueño de concesionarias de Volkswagen y camiones Internacional;  quien junto con Germán Ahumada Alduncin, vicepresidente de Grupo Ara, pretende desarrollar un proyecto turístico inmobiliario con 3 hoteles boutique, y 875 villas y condominios, además de áreas comerciales, lo que sin duda representara una carga excesiva para el ecosistema casi virgen de Holbox.

Ejidatarios se dicen víctimas del engaño

A diferencia de lo que sucede con ejidatarios de otras partes del país, donde mantienen sus tierra como único patrimonio, a pesar de la pobreza; en Quintana Roo, los ejidatarios han ido cediendo sus territorios a inversionistas, a veces a precios de oro, como en Playa del Carmen, y en otras ocasiones, como en Holbox, a precios que después de unos años, parecen ridículos.

El empresario yucateco Fernando Ponce sin duda sacó provecho de la ignorancia de los dueños originarios de Holbox, quienes se deslumbraron con las monedas de oro que les ofreció Ponce por su paraíso.

Carlos Odriozola, abogado del grupo inconforme de ejidatarios, explicó al periódico Reforma, que mediante engaños los propietarios fueron despojados de sus derechos agrarios, pues si bien acordaron la venta de sus parcelas, nunca consintieron ceder sus derechos sobre las tierras comunales.

"Vendieron sus parcelas en 5 millones de pesos. La ley agraria establece que los ejidos no pueden venderse en una cantidad menor a la que establezca el Indaabin y nunca hubo un avalúo para determinar el precio de esas tierras.

"La segunda circunstancia es que a los ejidatarios les pagan con dos cheques de 2.5 millones de pesos cada uno. Ellos no se dan cuenta, pero uno es por sus parcelas y el otro, por sus derechos ejidales, es decir, por sus derechos sobre las tierras comunales, cosa que ellos nunca consintieron", aseguró.

A partir de 1996, recordó el litigante, Ponce se acercó a los ejidatarios -117 en total-, quienes poseían la totalidad de la isla, ubicada en la punta norte de la Península de Yucatán, la cual tiene 43 kilómetros de longitud, de los cuales 33 son de playa virgen; desde entonces, el empresario empezó su trabajo de convencimiento que concluyó el domingo pasado con un despojo muy bien aceitado, y pasado por las leyes, pero que pone en riesgo y amenaza un patrimonio natural que no le pertenece ni a los ejidatarios ni a los empresarios, sino a la humanidad. (NoticaribeNews)