La sucia historia detrás del bello Teatro de la Ciudad, en Playa del Carmen
Fabiola Cortés Miranda
PLAYA DEL CARMEN, MX.- El
29 de julio pasado subió por primera vez el telón del bello Teatro de la
Ciudad, una obra arquitectónica que sobresale entre la fisonomía de los populosos
fraccionamientos que la rodean, al poniente de Playa del Carmen.
Con
736 butacas, un escenario de 17 metros de largo y 19 de ancho; así como un sofisticado
equipamiento de audio, iluminación y reflectores; se trata sin ninguna duda,
del más bello teatro de Quintana Roo.
Pero
detrás de esta obra hay una sucia historia, una historia de corrupción.
El
4 de septiembre de 2012, el gobernador Roberto Borge colocó la primera piedra
del Teatro de la Ciudad, lo acompañaron el entonces edil de Playa del Carmen,
Filiberto Martínez Méndez, y quien fuera su tesorero, José Luis Toledo Medina, “Chanito”
Toledo.
Los
recursos para construir este centro de cultura y entretenimiento provenían de
un préstamo de 386 millones de pesos, etiquetado para ocho obras; contratado
por el ayuntamiento de Solidaridad en julio de 2012, el cual fue autorizado por
el Congreso en diciembre de 2011.
De
ese 4 de septiembre de 2012, cuando se colocó la primera piedra del Teatro de
la Ciudad, tuvieron que pasar casi tres años, para que la obra concluyera debido a que los recursos del préstamo, literalmente “se perdieron” entre la
administración de Filiberto Martínez y del actual alcalde Mauricio Góngora
Escalante. El operador del “extravío” de cientos de millones de pesos fue ni
más ni menos que el actual diputado federal, y delfín del Gobernador, “Chanito”
Toledo.
La
complicidad entre el ex presidente municipal, Filiberto Martínez, y
su entonces tesorero, Toledo Medina, les fue recompensada a ambos con una
diputación local, lo que les garantizaba fuero constitucional y los “blindaba”
de cualquier intento de rendición de cuentas, el cual, por cierto, nunca fue
requerido por la vía legal por ningún actor de la oposición, llámese PRD, PT,
Convergencia Ciudadana o PAN. El asunto no pasó del plano mediático y del “fuego
amigo”.
Sobre cimientos de corrupción
Decir
que el Teatro de la Ciudad se erigió sobre cimientos de corrupción no es
exagerado. El mismo predio en el que se asienta, fue adquirido por el
ayuntamiento a la empresa RONAC, (ligada al secretario de Gobierno Gabriel Mendicuti, quien le vendió en el 2004 un valioso predio subvaluado, donde
actualmente se encuentra la Comercial Mexicana).
RONAC,
con antecedentes de fraude en contra del ayuntamiento, volvió a ser beneficiada
por el mismo, ahora en la administración de Filiberto Martínez Méndez, y en
julio de 2013, en la Quincuagésima Séptima Sesión Ordinaria de Cabildo, se
aprobó dar cinco lotes en “dación en pago en favor de la persona moral
denominada Comercializadora Ronac S.A de C.V por concepto de adeudo en la
compra de una superficie de su propiedad”.
El
ayuntamiento compró a RONAC el predio donde se construyó el Teatro de la
Ciudad, y le pagó, por una parte, condonándole impuestos municipales, y además,
dándole cinco predios, sin ningún avalúo de los mismos, es decir, se los
entregó sin saber el valor comercial de éstos.
En
la décimo cuarta sesión ordinaria de Cabildo, celebrada el 25 de junio de 2011,
se aprobó comprar a RONAC S.A de C.V una superficie de terreno ubicado en la
Supermanzana 58, manzana 2, de esta ciudad; posteriormente, el 13 de marzo de
2012 se celebró el contrato de compra-venta a plazos entre Comercializadora
RONAC S.A de C.V y el municipio de Solidaridad en el que se estableció que a la
empresa se le pagaría el terreno a través de “subsidios” que le otorgaría la
Tesorería municipal, relacionados con licencias de construcción, permisos, y
pago del impuesto predial sobre los predios propiedad de esta empresa, y los
cuales ascendían a alrededor de 38 millones de pesos, según se dijo en dicha
sesión.
Sin
embargo, posteriormente, la cantidad de subsidios otorgados por el
ayuntamiento, no fueron suficientes, y además de condonarle impuestos a RONAC,
le regaló cinco predios más, en la misma zona para supuestamente cubrir el
precio del predio donde se construyó el Teatro de la Ciudad.
El
predio de 11 mil 645 metros cuadrados, donde
se edificó el Teatro de la Ciudad, y que RONAC le vendió al ayuntamiento, fue
valuado en 26 millones de pesos, por lo que si esta empresa, según estimaciones
de la propia comuna, debía pagar 38 millones por concepto de impuesto predial,
licencias, derechos y otros impuestos, el ayuntamiento tenía un saldo a favor
de 12 millones pesos.
Pero,
sin explicación alguna, esta situación cambió, y resultó que el ayuntamiento terminó
debiéndole dinero a RONAC, y en la sesión de cabildo del 4 de julio de 2013,
todos los regidores, incluidos los de oposición como la perredista Laura
Beristain, aprobaron, sin avalúo de por medio, dar a RONAC cinco predios, los cuales
se ubican cerca del Teatro de la Ciudad.
En
el acta de cabildo se señaló que “(…) en virtud a la revisión realizada
respecto a las cantidades que han sido aplicadas como subsidio a través de la
persona moral denominada Comercializadora RONAC S.A de C.V y/o a favor de la
persona física o moral que han determinado, se ha detectado que a la presente
fecha no se ha subsidiado la cantidad suficiente que permita cubrir en su
totalidad el precio pactado en la compra-venta del terreno señalado y siendo
que la empresa referida ha solicitado en su mayoría los trámites que requiere,
ha propuesto a este gobierno que los cinco lotes mencionados le sean dados en
dación de pagos por el adeudo que el municipio tiene por concepto de la compra
del terreno donde está edificándose el Centro Cultural de Playa del Carmen”.
En septiembre de 2013, de acuerdo a una solicitud de información presentada por este medio (00189113), se requirió saber cuánto se había gastado del préstamo de 386 millones de pesos obtenido por el ayuntamiento.
El tesorero Gabriel Castro Cárdenas, respondió que sólo se habían gastado 167 millones de pesos, de los cuales, 55 millones 645 mil pesos se habían entregado a Canteras Peninsulares SA de CV, por la construcción parcial del Teatro de la Ciudad. En ese momento la obra, iniciada en septiembre de 2012, ya se encontraba prácticamente abandonada.
El
día de la inauguración del recinto, la Dirección de Comunicación Social emitió
un boletín de prensa en el que se detallaba que la obra había tenido un costo
de 115 millones de pesos: “la obra se llevó acabo con una inversión de 115
millones de pesos”; se cita en el comunicado oficial.
Pero
ninguna cuenta checa, ni la reportada por el ayuntamiento, ni la del contrato original,
ni la del contrato modificado.
El
11 de junio de 2015, a poco más de un mes de ser inaugurado el Teatro, de
acuerdo a la solicitud de información 00103115, se le habían pagado a la
empresa Canteras Peninsulares 94 millones 215 mil 822 pesos por la obra.
Pero,
de acuerdo al contrato celebrado entre el ex presidente municipal Filiberto
Martínez Méndez, su tesorero, José Luis “Chanito” Toledo Medina, y el apoderado
de la empresa Canteras Peninsulares, el monto pactado para la construcción de
la obra fue de 151 millones 683 mil 617 pesos, y la construcción de la misma
iniciaría el 30 de julio de 2012, y concluiría el 28 de febrero de 2013; esto
es, siete meses después, según se lee en las cláusulas segunda y tercera del
contrato.
En
el contrato se especifica también cómo se realizarían los pagos a la
constructora, siendo el primero por la cantidad de 45 millones de pesos, en
tanto que se realizarían pagos sucesivos, “mediante la formulación de
estimaciones de trabajos ejecutados”; de acuerdo a la cláusula sexta.
Llama
la atención la cláusula Décima Tercera, en la que se anticipa que el
ayuntamiento podrá suspender temporalmente la obra: “El municipio podrá
suspender temporalmente en todo o en partes los servicios contratados y en cualquier
momento por causas justificadas o por razones de interés general, sin que ello
implique su terminación definitiva. Podrá continuarse con la ejecución de las
obligaciones del presente contrato y produciendo todos sus efectos legales, una
vez que hayan desaparecido las causas que motivaron la suspensión referida”.
Aunque
las obras se suspendieron, el ayuntamiento, ni durante la administración de
Filiberto Martínez ni del actual edil Mauricio Góngora, explicaron las “causas
justificadas” o las “razones de interés general”, que frenaron por casi dos
años la edificación del Teatro de la Ciudad.
El
15 de enero del 2015, se firmó un convenio adicional único de obra pública,
entre el alcalde Mauricio Góngora; su tesorero, Gabriel Castro Cárdenas; y el
apoderado de Canteras Peninsulares. En este convenio, se modifica el monto del
contrato, pasando de 151 millones 683 tres mil pesos a 142 millones 60 mil
pesos, de los cuales, 104 millones de pesos se solventarían con el empréstito,
y 37 millones de pesos con recursos propios del municipio.
El
plazo de ejecución de la obra se extendió al 15 de diciembre de 2015.
Las cifras no
concuerdan. Entre los 115 millones de pesos que señala el boletín de prensa que
costó la obra, y los 142 millones de pesos pactados en el convenio, hay una
diferencia de 27 millones de pesos. Otro monto distinto se hizo público durante
la edificación, en la tarjeta informativa colocada afuera del sitio donde se
realizaban las obras, allí se leía que la inversión contratada fue de 136
millones 683 mil pesos.
¿Quién fue el arquitecto del
Teatro de la Ciudad?
No
es pregunta de trivia, pero tampoco ociosa. El día de la inauguración del
Teatro de la Ciudad, el presidente municipal, Mauricio Góngora, presentó a Paul
López y a Juan de Dios Chan, como arquitectos del recinto, y les entregó un reconocimiento
por su participación en la obra.
Pero
según la respuesta dada a la solicitud de información 00103115, “la elaboración
de los planos ejecutivos fueron realizados por la Dirección de proyectos de la
Dirección de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo Urbano del ayuntamiento”; no
por Paul López ni por Juan de Dios Chan.
Y
para mayor duda, en respuesta a la solicitud 00159015, en la que se le requiere
al ayuntamiento decir qué trabajos realizó Juan de Dios Chan en el Teatro de la
Ciudad, y cuánto cobró; el ayuntamiento aseguró que el profesional “apoyó en la
ejecución del proyecto arquitectónico del Centro Cultural (Teatro) (…). No
recibió remuneración alguna por su participación y apoyo (…)”. O sea, más
obscuridad en torno al bello Teatro de la Ciudad. Y entonces, el
reconocimiento, a título de qué, si no se puede tener certeza ni de qué hizo
Juan de Dios Chan. Porque en eso de “apoyar” en la ejecución del proyecto
arquitectónico, “apoyaron” más los albañiles.
Aun
queriendo darle la vuelta a la página, y aun queriendo olvidar que cientos de
millones de pesos de un empréstito adquirido en 2012, se “extraviaron”, las
cifras sobre lo que costó el Teatro de la Ciudad no cuadran.
Y
preguntas quedan: ¿Por qué la empresa Canteras Peninsulares aceptó reducir su
contrato de obra de 151 millones 683 tres mil pesos a 142 millones 60 mil
pesos?. Y ¿por qué el ayuntamiento asegura que la inversión en la obra fue de
115 millones de pesos?
Las
respuestas sobre dónde quedaron cientos de millones de pesos del empréstito etiquetado
que se extraviaron; y cuánto costó la construcción del Teatro de la Ciudad,
queda entre los empresarios de Canteras Peninsulares, el gobernador Roberto
Borge Angulo, el ex alcalde de Playa del Carmen, Filiberto Martínez Méndez, su
entonces tesorero, José Luis Toledo Medina, y el actual alcalde, Mauricio
Góngora. (NoticaribeNews)
La sucia historia detrás del bello Teatro de la Ciudad, en Playa del Carmen
Reviewed by NoticaribeNews
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martes, septiembre 22, 2015
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