Bloqueo en Felipe Carrillo ha dejado una “carretera fantasma”. Maestros refuerzan barricada

FELIPE CARRILLO PUERTO, MX.-La carretera 307, Reforma Agraria-Puerto Juárez, a la altura de Felipe Carrillo Puerto, municipio maya que se ubica a una hora de Tulum y a tres horas de Cancún se ha convertido en un camino fantasma.

Apenas son las cinco de la tarde y la noche empieza a cernirse sobre el día,  la luz se hace menos por el efecto del cielo nublado. Desde la salida de Tulum, del lado sur, policías municipales informan a los conductores que la carretera está bloqueada a la altura de Felipe Carrillo Puerto.

La mayoría, opta por regresar. Otros más avanzan, pero unos kilómetros adelante, en Chumpón, elementos de la Policía Federal ya no permiten el paso, a menos que se tenga un motivo suficiente para viajar hacia la zona del conflicto. Sólo pasan algunos automóviles particulares de personas que viven en el municipio o transportes colectivos que llevan de regreso a los trabajadores a sus casas.

Los policías federales advierten a quien se dirige a la zona que no pueden garantizar nada, ni si podrán regresar o quedarán atrapados.

De allí en adelante, son alrededor de 70 kilómetros de camino solitario, a lo lejos, de vez en cuando, se ven algunas luces de otros automovilistas, al cruzarse los autos, las miradas extrañas y hasta desconfiadas se cruzan. En la vera, se divisan unas luces potentísimas, desde lejos se piensa que pueden ser otras patrullas de federales, pero ya en la cercanía la sorpresa es mayor, se trata de un par de ciclistas trotamundos que portan en sus velocípedos unas luces de gran alcance para advertir de su presencia. Como caracoles, llevan prácticamente una casa a cuestas.

Fuera de los escasos encuentros, se pueden ver hasta tarántulas cruzar la carretera obscura, alumbrada sólo por los faros de los solitarios vehículos.

Poco antes del bloqueo, hay otras patrullas de la Policía Federal, unos cuantos metros detrás de los tráilers que llevan varios días parados: “Ya llevamos cinco días, ya no queremos más fotos”, dicen los hombres del volante, que mantienen sus vehículos en fila.

Y en lugar de contestar, preguntan, comentan, opinan, dicen, se inconforman. Están desesperados y no pueden tomar la vía alterna de Chumpón hacia Valladolid y de allí hacia el centro del país, porque sus patrones no quieren pagar más en casetas ni en gasolina. Tienen que esperar, como cómplices, involuntarios de los docentes quienes también les provén de alimentos y agua, aunque no siempre.

“No se acerque, hace rato ya corrieron a otros reporteros”, comenta un trailero. “No quieren hablar con nadie”, dice otro. “No dejaron ni que llegaran dos de TV Azteca, los echaron”, “No tome fotos, se enojan”,  advierte otro hombre de un grupo como de 15 transportistas que ya hasta tienen “vocero”, es “el comandante gordo”. Con todo y los días varados la mayoría aguanta de la mejor manera, hasta con humor.

A unos cuantos metros antes de alcanzar la barricada, ya están varios hombres parados, ninguno trae el rostro cubierto. Una línea de alambres, troncos, piedras y ramas me separan de los maestros.

Efectivamente no quieren hablar. Primero cuestionan, interrogan y piden identificaciones. Después algunos terminan por contestar ante la insistencia de las preguntas. No se moverán, ellos están, literalmente en una revolución: “el gobierno espera que nos cansemos pero no nos vamos a cansar”, dice uno de ellos muy convencido. Mientras otro dice, “no vamos a hablar”, “no estamos autorizados a hablar”, “hay un vocero”.

Los traileros ya están allí, a mis espaldas, escuchando el apretado diálogo, donde hay muchas preguntas, casi cualquier cosa que dé pie a una respuesta.

Una maestra que sale del retén le dice a los choferes “a las 9 van a traer la comida”, y ellos piden aunque sea agua; los maestros les entregan un garrafón pequeño.

Pido tomar fotos del campamento, pero la negativa es rotunda. Caminar sin tomar fotos, pero tampoco hay permiso para ello. Ya ni a pie se puede alcanzar el centro de Felipe Carrillo Puerto, antes, Chan Santa Cruz, escenario de la Guerra de castas. Un profesor reconoce que la zona es propicia para el movimiento. Hay un abandono de siglos, la población, en su mayoría indígena vive en la pobreza; los hijos emigran a Cancún y Playa del Carmen para emplearse en el sector turístico, pero la realidad de abandono y miseria de Felipe Carrillo Puerto no cambia. Hay inconformidad, un sedimento ígneo que puede incendiarse en cualquier momento.

“Somos mayas guerreros, de lucha”, dice un docente. Así es, los pobladores indígenas de Felipe Carrillo Puerto son los descendientes de los que pelearon en la Guerra de castas, y los que sobrevivieron, y siguen sobreviviendo.

El único que puede dar declaraciones oficiales es Felipe Briceño, vocero del movimiento magisterial, pero no está en ese momento; me dicen. Se trasladó a una reunión en Limones, en Othón P. Blanco, el municipio vecino. Regresará pero no saben a qué hora, y la prioridad será informar a las bases lo acordado en el encuentro.

Opto por retirarme.

La barricada se reforzó luego de que se acercaron unas patrullas de la Policía Federal, dicen los traileros, y les reprochan a los uniformados haberlo hecho, porque, antes de ello, estaban permitiendo el paso, aunque sea esporádicamente.

Los choferes, provenientes de varios estados del país se han convertido en una fuente de información. No están de acuerdo con que los maestros mantengan bloqueada la carretera, no es la forma de protestar, consideran; perjudicando a terceros.

“Nosotros ya venimos vacíos, pero los del otro lado vienen cargados, todavía tienen que llegar y bajar la mercancía”, comentan. Y es que este sábado, a las 7 de la noche, son sólo unos 20 tráilers los que están del lado norte de la barricada, pero los que están de lado sur, queriendo llegar al norte, son cientos, aseguran los conductores, con una fila que llega hasta la ciudad, según tienen referencia.

Los policías federales aclaran que su presencia es sólo para informar y ayudar a la gente, y es que varias personas salen de Felipe Carrillo Puerto y tienen que llegar al norte del estado, a Tulum, a Playa del Carmen o a Cancún, y de vez en cuando llegan camionetas de servicio público hasta donde están los elementos policiacos, y los recogen, pero si no, las mismas patrullas trasladan a Tulum a los afectados.

No hay intención de desalojar a los maestros, según comenta un Policía federal, “no tiene caso que quitemos a estos si van a llegar otros a ponerse”, dice. Pero los docentes y los padres de familia que los apoyan no piensan lo mismo, y se mantienen en guardia ante cualquier movimiento.

Felipe Carrillo Puerto en vilo, y el gobernador Roberto Borge, en Londres

Mientras la carretera federal 307 cumple cinco días bloqueada, el gobernador Roberto Borge Angulo está en Londres, Inglaterra, donde participará en la World Travel Market, la feria de turismo que se realiza del 4 al 7 de noviembre.

Luego de nombrar una comisión interventora, con Juan Pedro Mercader al frente, Borge Angulo se ha negado a volver a sentarse a la mesa con los maestros que llevan seis semanas en paro.

Sin embargo, los docentes sólo aceptan como interlocutor válido al Ejecutivo estatal, a quien le exigen que cumpla la minuta firmada el 21 de septiembre pasado, en la que de puño y letra, Roberto Borge acordó una serie de compromisos con los profesores, los cuales, incumplió.

Empiezan a sufrir desabasto centros comerciales de Playa del Carmen

El bloqueo de la carretera federal 307 empieza a tener consecuencias. Los supermercados ya presentan desabasto de perecederos, principalmente frutas y verduras que son traídas de distintos estados, y que se encuentran en los tráilers que están varados en el lado sur, intentando cruzar hacia el norte.

Los anaqueles lucen semi vacíos e incluso en algunos, como en el supermercado conocido como “Sorianita”, de la avenida 30, en la colonia Zazil-Há, se han colocado letreros donde se pide la comprensión de los clientes por la falta de productos, debido a que los camiones que transportan la fruta y la verdura están varados en el bloqueo carretero. (NoticaribeNews/Fabiola Cortés)