Gofista de Nueva York demanda por 2mdd a hotel Iberostar de Cancún, tras perder dedos por ataque de cocodrilo

CANCÚN, MX.- Quieren impulsar los campos de golf, pero al menos en Cancún, no faltan los peligros. O por lo menos en el campo Iberostar, donde un golfista de Long Island, Nueva York, fue por la pelotita a la arena, y detrás de un arbusto le saltó un cocodrilo.

Edward Lunger, ingeniero, de 50 años, perdió el dedo medio por completo, y la mayor parte del anular. El índice le fue repuesto. Aunque por cierto, antes de operarlo en el  hospital privado al que lo llevaron, le obligaron a pagar a él y a sus amigos, 17 mil 800 dólares.

El suceso ocurrió y no se supo al parecer el día 1 de julio, dos meses atrás. Hoy trascendió, porque Lunger metió una demanda contra el Iberostar Cancun Golf Club, por nada menos que 2.25 millones de dólares, en una corte de Brooklyn. Es lo que reclama por sus dedos perdidos, y el descuido de la empresa, pues alega que no había señales ni avisos de peligro de los reptiles de la Nichupté.

El ingeniero de Long Island y su amigo Mark Martin, de 52 años, estaban jugando lo suyo, tras pagar 79 dólares, y a bordo de un carrito de golf se trasladaban. La pelotita fue a dar a una trampa de arena junto a unos arbustos, cerca de una de las vías de agua que atraviesa el campo. Al acercarse Lunger, oyó unos ruidos, y sintió atrapado su brazo izquierdo, hasta tirarlo al suelo.

Dice que en el suelo jaló el brazo hasta sacarlo, pero no lo sentía. Su amigo corrió, levantó una piedra de buen tamaño, y se la aventó al cocodrilo a la cabeza. El saurio soltó al golfista y corrieron alejándose. Improvisaron un torniquete, avisaron y vinieron paramédicos, lo llevaron al hospital privado, y tras la grosería inmoral del cobro, lo intervinieron, logrando implantarle el dedo índice, no así los otros.

“No culpo al cocodrilo”, apunta Edward Lunger. A la que sí culpa es a la empresa del campo de golf, por la falta de avisos del riesgo. Representantes del Iberostar fueron a presionarlo para firmar documentos en que les absolvían de la responsabilidad. Al negarse, esparcieron rumores de que él mismo había provocado el ataque, incluso con un pollo. (Por Esto de QRoo)