Los “pantalones” del Presidente, que sólo el gobernador Roberto Borge puede ver

Fabiola Cortés Miranda

El desafortunado discurso del gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, pronunciado ayer durante la inauguración de la carretera de cuota Nuevo Xcan-Playa del Carmen,  en el que reconoce a Enrique Peña Nieto como un presidente “valiente”, “transformador”, y “que ha tenido los pantalones para tomar las decisiones que necesita México”, pasa de ser un discurso zalamero a una innecesaria y ofensiva reafirmación que en nada ayuda al Jefe del Ejecutivo.  

Una parodia cruel resultó eso de llamar “valiente” a un Presidente que tiene que huir de sus gobernados, como en este caso, donde la inauguración de la carretera se realizó a unos 50 kilómetros de Playa del Carmen, lo más alejada posible de la gente, en medio de una carretera desolada, cerrada para que Enrique Peña Nieto pudiera estar sin ser molestado, sin ser cuestionado, sin ninguna manta de protesta que le recordara que es el presidente mexicano más repudiado en funciones de la historia reciente de México.

Decir que el mexiquense “ha tenido los pantalones para tomar las decisiones que necesita México”, fue como una burla, un comentario irónico, totalmente innecesario para los momentos que desde hace dos meses vive este país, y  donde lo que se ha visto es un presidente ausente, huidizo. Que se fue de gira al otro lado del mundo mientras el procurador Jesús Murillo Karam se enredaba con una versión apresurada de los 43 normalistas desaparecidos, cocinada en olla exprés, y que no tardó ni cinco minutos en venirse abajo.

Sólo un hombre igual de ciego e insensible, como el gobernador Roberto Borge Angulo, puede ver en Peña Nieto un presidente valiente.

¿Qué de valiente tiene aventar al ruedo mediático a su esposa, una actriz de tercer nivel de Televisa que resultó multimillonaria y con una casa digna de magnates. Peña no pudo y repartió para convertir a la primera dama en la más repudiada.

Hay una duda que no alcanzo a resolver, ¿de dónde salen esos discursos absurdos, del equipo servil de Roberto Borge Borge o de la Presidencia insensata de Enrique Peña Nieto?.

Como sea, lo más claro es que a pesar de que el país está encolerizado, inconforme, indignado, los políticos siguen sin darse cuenta de ello, sin estar al nivel de lo que se les está reclamando.

También ayer, el diputado José Luis “Chanito” Toledo, presidente de la Gran Comisión, publicó a una plana, en varios periódicos, y con dinero de los quintanarroenses, un “reconocimiento” al “Lic. Enrique Peña Nieto” y al “Lic. Roberto Borge Angulo” “por la inversión destinada a infraestructura carretera”.

Esa es la máxima altura que pueden alcanzar los que nos gobiernan y los que aspiran a gobernarnos: la del halago barato, la del aplauso mutuo, la del engaño y negación de la realidad.