Rigoberta Menchú y general maya firman hermanamiento México-Guatemala

TULUM, MX.- La comunidad de San Juan de Dios, en Tulum, fue el lugar elegido para firmar el hermanamiento maya entre Guatemala y México; signado por Rigoberta Menchú Tun, Premio Nobel de la Paz en 1992, y por el general maya de Felipe Carrillo Puerto, Isabel Dzulub Zima.

El hermanamiento se da en el contexto de las actividades de la “Fundación melipona maya” para el rescate e impulso de la producción de miel elaborada por la abeja melipona, en las comunidades mayas de Quintana Roo, y de la inauguración del meliponario de San Juan de Dios.

Para los mayas la abeja era sagrada y de importancia vital, por lo que le dedicaron un dios, el cual era venerado, pues el pequeño insecto productor de miel era considerado portador de vida y parabienes.

En su intervención Rigoberta Menchú se dijo honrada de poder participar en el hermanamiento de los pueblos mayas que tiene como base la recuperación de la abeja melipona: “es un honor estar aquí, en este intercambio de hermandad en un proyecto  milenario que tiene que ver con algo muy muy sagrado para nuestros ancestros”. Efectivamente el ahau ah ma’ak, según nuestro sagrado calendario maya le toca el próximo sábado, son ocho energías, es representado, simbolizado, por la abeja, y hoy tenemos una gran bendición, porque nosotros los mayas hemos venerado el ahau ah ma’ak, le hemos pedido iluminación, la vinculación con nuestros ancestros”, expresó la defensora de los derechos indígenas.

Recordó que los pueblos mayas honraban a la abeja, y se congratuló de poder estar en la “casa de la abeja melipona”: “los mayas veneramos la abeja, y eso es lo que hoy estamos experimentando aquí, pero no había tenido la oportunidad de ver dónde está la esencia de la abeja y la esencia de la miel”. (…)  Por primera vez no sentimos muy orgullosos de encontrarnos cerquita de esa referencia que nos dejaron nuestros ancestros; estamos ante el día sagrado del calendario maya, la cañaveral, el primer día que se siembra la milpa, es cuando se inaugura una casa, y estamos inaugurando la casa de las abejas milenarias. La melipona maya proviene de los grandes códices, estudios, referentes de nuestros ancestros mayas”, señaló la Premio Nobel de la Paz.

Antes de asentar su firma en el acta de hermanamiento, Rigoberta Menchú, recordó que “el glifo de la melipona también corresponde al  tejedor, al articulador, el edificador, el constructor, por eso el ahau ah ma’ak, es también para pedir perdón; (…) para decir perdón al aire, perdón al agua, al viento, a la madre tierra, a todos los haberes por si acaso no cumplimos; es día de agradecimiento y de pedir abundancia”.

Destacó que la abeja melipona, cuya producción ha bajado hasta el 20 por ciento, según estiman los investigadores, “también enfrenta vicisitudes, (como) los transgénicos, la depredación, la falta de respeto a la madre tierra; porque la madre tierra no necesita de nosotros; nosotros sí necesitamos de ella, porque ella nos da los conocimientos, los saberes y todo”.

“Hoy estamos haciendo una celebración de la prevención, porque muchas de las comunidades que van a tener una melipona en su casa, no sólo van a pensar en sus hijitos, en su milpa, en su comida, sino van a pensar en la comida de un ser extraordinario que está con ellos, y quizá la grandeza de esto es que ocurra en tierras mayas, porque ustedes saben, aquí nuestros abuelos caminaron, observaron la vida y aquí hicieron ciencia para la vida, jamás hicieron una ciencia para la muerte. (…) No solo es que van a vender miel, ¡qué lindo que van a vender miel, qué lindo regalar un vacito de miel!, también es recuperar con ello una ciencia para la vida” explicó la guatemalteca. 

Menchú reconoció a los impulsores y las comunidades que se están involucrando en el proyecto de rescate y producción de la miel como “guardianes de la melipona maya”, de quienes dijo, “nos abren la puerta a una enseñanza ancestral que muchos mayas ya la hemos olvidado, seguramente ya no nos acordamos o por la pobreza hemos perdidos nuestras semillas de meliponas y ahora hay que correr para recuperarlas. Que el mundo sepa, que acá en Quintana Roo, en Tulum y en este lugar sagrado hay un ejemplo que dar para el renacimiento de la ciencia y la sabiduría ancestral”, festejó la luchadora social. 

Por su parte, Isabel Dzulub Zima, general del municipio vecino de Felipe Carrillo Puerto, y reconocido como el representante de las comunidades mayas que puede legitimar el hermanamiento entre los pueblos, escuchó atento el discurso de Rigoberta Menchú, y al término de éste, dijo en lengua maya que estaba muy contento y emocionado por las palabras de la indígena guatemalteca, y si es cierto que no entiende el español, sí comprende el sentimiento espiritual, porque no necesariamente se tiene que hablar el mismo idioma, comentó.

Enfatizó que lo más importante es lo que se logrará con el trabajo de la abeja melipona, “veo que esto que se está haciendo va a traer beneficio a nuestros hermanos”, señaló, por lo que no dudó en poner su firma y dar credibilidad ante las comunidades al hermanamiento.

Orgulloso de sus raíces,  Isabel Dzulub sacó de entre sus cosas un pequeño cuadro que mostró a los presentes: “estos son nuestros ancestros”, expresó.

Beatriz Barreal, fundadora de Riviera Maya Sostenible leyó el acta de hermanamiento, y posteriormente Rigoberta Menchú y el general Isabel Dzulub asentaron sus firmas.

Como testigos del hermanamiento estuvieron presentes Stephane Palmieri, presidente de la Fundación internacional Melipona, Gonzalo Canul May, dignatario maya;  Mariano Azcorra May, juez tradicional; y Aniceto Caamal, coordinador de grupos indígenas de la zona norte de Quintana Roo. (NoticaribeNews)