Impone la Profepa multas ridículas a poderosos empresarios. “Apapacha” a un depredador Xcaret

CANCÚN, MX.- Cometer delitos ambientales en México es tan barato que desarrolladores, empresarios, políticos y particulares transgreden con frecuencia las leyes; causan afectaciones y dañan de forma irreparable el medio ambiente, una, y otra, y otra vez.

Y es que además, no pagar las ridículas multas que impone la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) no tiene consecuencias.

En Quintana Roo, el vertiginoso desarrollo hotelero y turístico se cimentó en la máxima de “más vale pedir perdón que pedir permiso”, y es que, los delitos ambientales generalmente quedan impunes; y las penalizaciones y multas tampoco preocupan a los transgresores, pues la Profepa no sabe quiénes pagan las mismas, según reconoció en una respuesta dada a la solicitud de información 1613100000615. 

Profepa apapacha a Xcaret

La imposición de multas parece quedar a discreción de la autoridad, y si no es así,  algo está fallando en la muy permisiva legislación ambiental, pues, prácticamente “cuesta” lo mismo devastar 16 mil metros cuadrados de selva sin contar con el cambio de uso de suelo forestal, que afectar 300 metros cuadrados de este ecosistema.

Por ejemplo, en el 2013, la Profepa impuso a Promotora Xcaret una multa de 25 mil 094 pesos “por llevar a cabo (en Cancún) el cambio de uso de suelo en terrenos forestales en una superficie de 16,051.6 metros cuadrados de un ecosistema de selva mediana subperennifolia con presencia de palma chit, sin contar con la autorización correspondiente que al efecto emite la autoridad federal normativa competente”.

En palabras simples, Xcaret se hizo acreedora a la multa por despalmar una superficie de 16 mil metros cuadrados sin el permiso autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Ese mismo año, la Procuraduría impuso a una particular de nombre Zenaida Cauich Pech, una multa de 17 mil 031 pesos, “por llevar a cabo (en Tulum) el cambio de uso de suelo en terrenos forestales en una superficie de 300 metros cuadrados de un ecosistema de matorral costero con presencia  de palma chit, sin contar con la autorización correspondiente que al efecto emite la autoridad federal normativa competente”.

Es decir, el poderoso Grupo Xcaret pagaría apenas 8 mil pesos más que el particular por afectar 15 mil 700 metros cuadrados más que éste. Lo que incluso a vista de un ciego, se trata de un rasero muy desigual.

Dime qué presumes y te diré de qué careces. Xcaret, un depredador reincidente  

Aunque Xcaret presume de ser una empresa socialmente responsable, preocupada por la sustentabilidad y respetuosa del medio ambiente, eso no es mas que falsa publicidad.

El 20 marzo de 2013, el ambientalista Aniceto Caamal Cocom denunció el severo daño ambiental causado por la empresa Desarrollo Ecoriviera S.A. de C.V. encargada del “Proyecto Turístico Destinos”, propiedad del Grupo Xcaret.

La denuncia tiene que ver con la nueva atracción de Xcaret, la cual se sitúa en un terreno ubicado en el kilómetro 282 de la carretera Playa del Carmen-Tulum, muy cerca de donde está el ecoparque emblemático del grupo, y donde el empresario Miguel Quintana Pali construye cinco enormes pozas artificiales para que los turistas puedan disfrutar de cálidas aguas, ‘como si se tratara de espacios naturales’; cuando en realidad terminarán siendo zonas altamente impactadas.

Para este nuevo atractivo, Xcaret y Desarrollo Eco Riviera S.A. de C.V. tramitó ante la Semarnat la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) correspondiente; la cual quedó registrada bajo el folio 23QR2011T0025.

El proyecto de Xcaret consiste en la construcción de cinco pozas, en un predio que sí tiene costa, pero que “no cuenta con características adecuadas para el uso turístico por presentar áreas rocosas y de acceso difícil”. Entonces, el arquitecto Quintana Pali, una mente brillante, sin ningún regateo; ideó la manera de utilizar el lugar, y se le ocurrió que podría ser a través de la construcción de cinco enormes piscinas “naturales”.   

“(…) el proyecto propone la excavación simple de pozas en el terreno cercano a la costa, manteniendo entre éstas y la zona marina, una barrera de protección que permita una comunicación efectiva con el mar que evite afectaciones a la dinámica del litoral. Así el proyecto considera una serie de plataformas de descanso, espacios que formarán cuerpos de agua o “caletas” y tendrán características adecuadas para el nado recreativo y uso turístico, al estar perfectamente protegidas del oleaje, por lo que los usuarios podrán ingresar al agua de manera fácil y segura al tener condiciones controladas”, se señala en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

Pero a Grupo Xcaret y a su socio mayoritario, Miguel Quintana Pali, como lo que menos les interesa es el medio ambiente, y lo que más les apura es seguir llenándose los bolsillos de dinero, no les bastó obtener el permiso para realizar tan depredador proyecto, sino que además, no se apegaron a lo comprometido en la MIA, razón por la que la Profepa le impuso una multa de 600 mil 024 pesos; que es literalmente, como quitarle un pelo a un gato.  

Una lista de empresas y particulares multadas por la Profepa, entregada a través del INAI, incluye además de poderosos empresarios, a conocidos políticos, y hasta al papá del gobernador Roberto Borge.

En una siguiente entrega se detallarán los nombres de otros “enemigos” del medio ambiente. (NoticaribeNews)