Los peores 100 días de un desgobierno en Quintana Roo
Fabiola Cortés Miranda
El
aroma de la sangre atrae a los tiburones
El
aroma de la sangre atrae a los animales más fuertes, a aquellos que son cazadores por
excelencia, y el olor a sangre mana de los animales heridos, de los débiles…
A
poco más de 100 días del cambio de gobierno en Quintana Roo nada termina de
tomar color; nada más que el aumento de los delitos de alto impacto:
homicidios, ejecuciones y ahora, como nunca antes, ataques a lugares públicos y concurridos, y atentados directos contra las instituciones; el mensaje no puede ser
más claro: ‘no tenemos miedo’
Carlos
Joaquín González es el gobernador que ha llegado a su posición con la mayor de
las legitimidades, con el más amplio consenso entre la pluralidad de
preferencias políticas ciudadanas; aunque más producto de una coyuntura
histórica que de méritos o un esfuerzo propio; reflejo de una ‘esperanza’
colectiva y de un repudio a un anterior gobierno; como sea, llegó con lo que se
dice una altísimo índice de aprobación.
Pero
algo más de 100 días le bastaron para ganarse, ese sí, por méritos propios, el
repudio de miles de quintanarroenses que como nunca antes votaron por un
partido distinto al de costumbre, o que simplemente, votaron por primera vez,
convencidos de que era una oportunidad para realmente decidir el destino de
Quintana Roo.
Qué
hizo Carlos Joaquín para desmerecer la simpatía de los ciudadanos. En resumidas
cuentas: no hizo lo que debía hacer e hizo lo que no debía hacer.
Lo
que no hizo Carlos Joaquín fue cumplir con la primera y principal demanda de
los ciudadanos que le dimos nuestro voto: terminar con la impunidad de los que
se fueron, pero que en realidad se quedaron y ahora quieren seguir gobernando,
al precio que sea, aprovechándose de la condición del más débil.
El
25 de septiembre, el día de la toma de protesta de Carlos Joaquín, en la Explanada
de la bandera, el ausente más presente fue Roberto Borge, aunque no lo mencionó
por su nombre, la sola alusión a su administración, provocó repetidos gritos de
“justicia” de cientos de personas. Justicia en palabras populares y llanas es
lo que la gente le reclamó desde un principio a Carlos Joaquín.
Carlos
Joaquín nunca fue contundente, se cuidó de decir que llevaría a la cárcel a
Roberto Borge y sus cómplices, escudado en la separación de poderes, siempre ha
dicho que él no tiene la facultad de meter a la cárcel a nadie…
Solo
habló de auditorías, entre éstas la de la deuda que usó de bandera política y
que pronto olvidó, pues una de sus primeras acciones, antes de auditar la
monumental deuda recibida de más de 22 mil millones de pesos, fue reconocerla y
reestructurarla para aumentarla a más del doble y repartir la deuda entre más
sexenios… La auditoría a la deuda es otra de las cosas que no hizo Carlos
Joaquín.
La
única denuncia en contra de Roberto Borge que Carlos Joaquín “empujó” desde su
gobierno la copió de la que interpuso la que esto escribe ante la Fiscalía
General de Quintana Roo, la que quedó registrada bajo el expediente
FGE/QR/SOL/09/3943/2016, y que el cuestionado fiscal general Miguel Ángel Pech
Cen se ha empeñado en enterrar. Carlos Joaquín llevó su denuncia en contra de
Roberto Borge ante la PGR, y bien podría ya haberla activado en el ámbito local…
pero no ha querido, no lo ha hecho.
Por
eso, los que se fueron siguen presentes y tranquilos, y ahora, intentando
recuperar, como sea el control a través de los poderes fácticos.
Hoy
inicia la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid España, una de las
más importantes de la industria turística del mundo, que recibirá al Caribe mexicano
sangrante, herido y vulnerado… No parece una casualidad, más bien un plan bien
estructurado para desestabilizar a un gobierno débil.
Como
representante de la Riviera Maya y Cozumel va a la Fitur uno de los hombres más
leales a Roberto Borge Angulo, y quien llevó a la quiebra al Fideicomiso de
Promoción Turística, se trata de Darío Flota, a quien también denunciamos ante la
PGR, pero que Carlos Joaquín se ha empeñado en sostener en su cargo.
Esto
es lo que no ha hecho Carlos Joaquín lo que mantiene al estado en un
desgobierno. No se trata de “perdonar”, de “no envenenarse con rencores”, se
trata de una simple ley de la vida: el contrincante que se deja crecer terminará
por aniquilar al que lo perdonó.
La
alta aprobación y legitimidad que se le entregó a Carlos Joaquín, pronto se vio
traicionada por lo que no hizo el Gobernador y por lo que sí hizo.
Entre
lo que hizo el Gobernador y no debía haber hecho, fue aprobar inmediatamente un
presupuesto de ingresos en el que se castiga a los ciudadanos con más impuestos
y cargas, se aumenta una deuda que compromete a los próximos cuatro sexenios, y
se premia a los gobernantes y políticos cómplices con gastos excesivos: la
Secretaría de Finanzas y su ficción de un software de casi 400 millones de
pesos que servirá para “vigilar” el gasto que ejercen sus amigos; el aumento
desmedido en el presupuesto del que dispondrá la parasitaria clase integrada
por los diputados de la XV Legislatura.
Lo
que sí hizo, Carlos Joaquín, fue rescatar a numerosos priístas e incluirlos en
su gobierno, para ‘pagar facturas’, como si el gobierno se tratara de una
empresa propia de la que puede disponer; o simplemente convencido de que
ocultar su filiación priista ya no le representa ningún capital.
Lo
que sí ha hecho Carlos Joaquín es permitir que en su círculo cercano crezcan
los grupos que se ponen el pie unos con otros en miras de hacerse de un poder
que ven vacante porque quien debiera ejercerlo prefiere no hacerlo o hacerlo timoratamente, porque al igual que Roberto Borge, lo que más le gusta es estar fuera del estado, haciendo turismo político, como si todo marchara sobre ruedas.
Lo
que sí hizo Carlos Joaquín fue “tejer puentes de diálogo´’ entre los priistas
más repudiados como los ex gobernadores Joaquín Hendrics Díaz y el principal cómplice
de Roberto Borge Angulo: Félix González Canto, el mismísimo senador priista que
en la campaña electoral iba personalmente a las casas de los simpatizantes de
Joaquín González a quitar su
propaganda y a amagar a los ciudadanos. Con ellos, Carlos Joaquín continuó su cercanía…
En
estos días, los quintanarroenses vieron trastocada su envidiable calidad de
vida, su seguridad, su convicción de que las ejecuciones solo se dan entre la
gente que anda en negocios del narco y la delincuencia organizada. En minutos
la psicosis se apoderó de la población ante la demostración de que las instituciones estatales son altamente vulnerables. Y nadie cree
que el ataque se deba al trabajo que está realizando la Fiscalía General del
estado, dirigida por Miguel Ángel Pech Cen, repudiado públicamente por decenas
de organizaciones y personalidades por su marcado antecedente de corrupción
cuando dejó ir al pederasta Jean Succar Kuri; nadie cree en el Pech Cen que se
ha negado a decir públicamente que sí existe una denuncia contra Roberto Borge
Angulo pero se encuentra archivada en su Fiscalía. Más bien la percepción es que el Gobernador ha dejado de hacer lo que tenía que hacer...
Los peores 100 días de un desgobierno en Quintana Roo
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miércoles, enero 18, 2017
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