El Riviera Maya Jazz Festival, entre la incertidumbre y la opacidad
Fabiola Cortés Miranda
PLAYA DEL CARMEN, MX.- La
reciente edición del Festival de Jazz de la Riviera Maya, que concluyó ayer, cumplió
este 2015, 13 años de celebrarse. 13 años de una iniciativa que alentaron entre
otros, Martín Ruiz, Javier Aranda y Darío Flota, todos ellos, directores del
Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya; mientras que la parte
artística, desde hace más de una década, ha recaído sobre el destacado músico Fernando
Toussaint.
Entre
la primera edición del Festival de Jazz y la actual, hay un abismo, no solo por
el tiempo transcurrido, sino por la calidad de artistas que han pisado el
escenario y por la escenografía que pasó de ser un salón de hotel a transformarse
en un fastuoso montaje en Playa Mamita’s, con toneladas de equipo de audio, iluminación y video.
La
consolidación del Festival de Jazz como uno de los mejores de América Latina, y
como un sello que se unió a la marca Riviera Maya en lo que a grandes eventos se refiere, cada año suponía para sus organizadores solo un reto: superar, musicalmente hablando, la edición anterior.
Pero
a partir de este año, y luego de que el gobernador de Quintana Roo, Roberto
Borge Angulo, decidiera modificar los estatutos de los Fideicomisos de
Promoción Turística para poder centralizar y manejar discrecionalmente cientos
de millones de pesos que se recaudan del Impuesto al Hospedaje (IAH); el
Festival de Jazz tuvo que sortear la incertidumbre para poder cumplir 13 años.
De
eso, dieron cuenta diversas notas periodísticas, en su momento, como la
publicada por Reportur, el 12 de mayo pasado.
En
julio de este año, durante la presentación oficial del cartel del Festival de
Jazz, el director del Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya,
Darío Flota Ocampo, “justificó”, que el retraso en el anuncio de este evento musical
se debía a la “veda electoral”. Un pretexto por demás ridículo y carente de todo sentido:
“Más
que los recursos económicos y la contratación de los artistas, se nos atravesó
una veda electoral y hasta ahora se da a conocer este gran evento que realizaremos
por 13va. ocasión, donde estarán presentes artistas de renombre, que sin duda
causarán gran controversia. Causará sorpresas, pero será del gusto de los
diferentes tipos de la música ligada al Jazz”, expresó Flota Ocampo.
El
6 noviembre pasado, el periódico Novedades confirmó
lo que fue un rumor persistente durante varios meses: que el Festival de Jazz
de la Riviera Maya estuvo buscando patrocinadores para su realización:
“A
casi tres semanas de la realización del Festival de Jazz de la Riviera Maya, en
su edición número 13, organizadores reconocieron que ha sido difícil que la
iniciativa privada patrocine el evento por lo que seguirán con los mismos de
siempre. Y es que según Fernando Toussaint, director del festival, la búsqueda
de un número de empresas selectas para que fueran parte de los patrocinios y
que absorbieran los gastos de organización, apenas se buscaron desde marzo, por
lo que para esta fecha no se ha confirmado que sean parte del evento.”
La
razón por la que el afamado Festival de Jazz obtuvo recursos del Fideicomiso para celebrar se edición 13, fue que con el
tiempo encima, habría sido prácticamente imposible para sus organizadores, allegarse
del dinero necesario para su realización. La cancelación de este evento, habría
puesto nuevamente al gobernador Roberto
Borge bajo los reflectores del cuestionamiento que sigue levantado ámpula entre
los hoteleros: a dónde van a parar los cientos de millones de pesos que cada
año los centros de hospedaje le entregan a la hacienda estatal, y que deben
utilizarse en la promoción turística.
Los
turbios manejos del Impuesto al Hospedaje por parte de Borge Angulo, hasta
ahora se han saldado con la fractura de la Asociación de Hoteles de Cancún, de
la que se han desprendido los dueños de los hoteles españoles, algo así como 40
mil habitaciones.
Entonces, el
reto para la próxima edición del Festival de Jazz de la Riviera Maya, y para Fernando
Toussaint, sin duda es enorme, pues, como el propio músico lo comentó en
múltiples ocasiones, el hecho de que fuera un evento totalmente gratuito,
ausente de marcas y de publicidad, lo convertía en una cita cultural, que le
permitía negociar precios más razonables con los artistas.
La insistencia del gobernador Roberto Borge Angulo en que el Festival de
Jazz busque sus propios recursos, o “patrocinadores” distintos al Fideicomiso
de Promoción, podría representar el ocaso de un gran esfuerzo, y la antesala de
un festival que lleve el sello de una cervecera o refresquera, con
artistas que satisfagan las expectativas de las firmas; y dudo que algún centro
de hospedaje esté dispuesto a ser parte de esta nueva aventura, porque para un evento que se ha ganado su sitio, debería haber recursos suficientes, y los hay, entre los cientos de millones de pesos entregados cada mes por los hoteleros a la hacienda estatal.
En
el año 2012, el Festival de Jazz contó con un presupuesto de 10 millones 035
mil pesos; en el 2013, de 9.9 millones de pesos; en el 2014, de 11. 2 millones
de pesos, y este año, de 12.3 millones de pesos. (solicitud 00197815).
Sin
embargo, la Unidad de Transparencia de Roberto Borge, de la que es titular
Lizett del Carmen Clemente Handall, se negó a detallar cómo se distribuye dicho
gasto.
La edición 13 del Festival de Jazz de la Riviera Maya incluyó, como es tradición, artistas
nacionales y de diverso género como la banda numetalera Resorte y la agrupación
Gucamole; y también, como ya es costumbre, presentó a algunos de los músicos
más reconocidos del mundo jazzístico como Gino Vannelli y Zappa plays Zappa. (NoticaribeNews)
El Riviera Maya Jazz Festival, entre la incertidumbre y la opacidad
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domingo, noviembre 29, 2015
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