Esconde Fonatur su vergüenza, niega dar detalles sobre reuniones con empresarios italianos por fallido proyecto BI&DI, en Playa Delfines

CANCÚN, MX.- Aunque de acuerdo al Sexagésimo Juzgado Civil de la Ciudad de  México el Fondo Nacional para el Fomento al Turismo (Fonatur) deberá devolver al grupo Bi&Di 325 millones de pesos por una venta fraudulenta llevada a cabo en la obscura administración de John McCarthy, en el año 2005, por unos valiosos terrenos ubicados en las inmediaciones de la popular Playa Delfines, el Fondo negó tener datos sobre las reuniones sostenidas entre este organismo y los empresarios afectados.

En un intento por esconder su vergüenza y por no hacer públicos los intentos de negociaciones entre los empresarios italianos defraudados por el organismo público federal, el Fonatur aseguró que sólo existe constancia de una reunión entre los afectados y el Fondo.

En una solicitud de información, <strong>NoticaribeNews</strong> requirió saber cuántas reuniones han sostenido los funcionarios con los empresarios italianos que adquirieron dos lotes en las inmediaciones de Playa Delfines y donde pretendían construir un megadesarrollo; igualmente, se requirieron las bitácoras de dichas reuniones.

La solicitud fue presentada el 9 de marzo pasado, y luego de pedir una prórroga, dos meses después, el Fonatur respondió que sólo se tiene constancia de una reunión informativa:

La respuesta vino de parte de José Luis Montemayor Jasso, subdirector de evaluación de proyectos y coordinador regional del Fonatur, quien señaló: “(…) me permito informar que a partir de la fecha de mi ingreso a esta institución únicamente se ha tenido una reunión en el mes de enero de 2012, de carácter informativo, respecto al status del tema que nos ocupa, con el Sr. Carlos Sánchez, de la empresa Bizzi Parterns Development (…) referente al desarrollo BI&Di, antes La Herradura, ubicado en Playa Delfines de la ciudad de Cancún (sic) (…).”

Otro de los funcionarios que contestó a la solicitud de información fue Gumaro Lizárraga, Martínez, director ejecutivo de gestión estratégica del Fonatur, quien aseguró que: “(…) en esta Dirección no se localizó documentación alguna con relación al tema de referencia (sic)”.

Que los funcionarios federales traten de esconder su vergüenza no es para menos, pues el asunto deja ver el alto grado de corrupción que priva en México, y a todos los niveles; pero exhibe de sobre manera a la esfera federal y a una de las dependencias que se supondrían más nobles por su finalidad: la promoción de la inversión turísticas.

EN RECUADRO

La corrupción que costó 325 mdp a Fonatur

Fue en agosto del año pasado, cuando el Sexagésimo Juzgado Civil de la Ciudad de México ordenó al Fonatur a devolver a la empresa demandante Bi& Di Real Estate de México el monto más los intereses que pagaron por diversos terrenos ubicados en la zona hotelera de Cancún, además de declarar nulo el contrato de compra venta suscrito por ambas partes.

El juez basó su razonamiento en que el Fonatur vendió los predios bajo el supuesto de que éstos contaban con un uso de suelo que les permitiría a los empresarios construir determinado desarrollo, lo cual no resulto cierto por las limitaciones impuestas por el Plan de Desarrollo Urbano a los lotes adquiridos por  los inversionistas.

La empresa italiana compró los predios bajo el supuesto de que éstos tenían asignado un uso de suelo Turístico Hotelero Densidad Alta (Th-12), el cual permite la construcción de edificios de hasta 20 pisos, y 170 cuartos o 113 viviendas; pero la realidad era que el uso del suelo para los predios era el Comercial Mixto (C-4), que permite construir edificios de únicamente cuatro niveles.

Las fallidas negociaciones a nivel municipal entre el Fonatur y diversos funcionarios de las diversas administraciones locales, empezando por la del ex presidente municipal Francisco Alor Quezada, y terminando con la actual del edil Julián Ricalde Magaña; aunadas al rechazo popular que provocó algunas protestas ciudadanas, no dejaron a los inversionistas otro camino que los tribunales, donde un juez condenó al Fondo a devolver a los empresarios italianos 325 millones de pesos, lo que no se ha cumplido, debido a la falta de recursos del organismo federal, que parece estar esperando que el ayuntamiento de Cancún modifique el Plan de Desarrollo Urbano y autorice la modificación del uso de suelo que permita a los desarrolladores llevar a cabo su proyecto. Lo que se apetece difícil, aunque no imposible.

Y es que el hecho de que los predios adquiridos por los italianos se encuentren en las inmediaciones de Playa Delfines, donde se ubica el emblemático mirador de Cancún, ha vuelto casi imposible el sueño de construir un desarrollo de grandes dimensiones en la zona. (NoticaribeNews)